Post escrito por Gonzalo Vela, Director Técnico del Centro Auditivo Aural de Vigo. Nació con hipoacusia neurosensorial bilateral pero esto no le ha impedido cumplir sus sueños. “Me habéis demostrado que la discapacidad solo está en la mente”, dice a sus padres en esta carta abierta que publicamos aquí. Todo un ejemplo de superación.
Este post está dirigido a todas las personas que me han ayudado a alcanzar mis logros. En especial, a mis padres, mis héroes.
Y va de personas que, con toda la ilusión del mundo, quieren formar una familia y solo desean que todo salga bien. Uno nunca está preparado para saber que un hijo tiene una discapacidad. Aunque haya sospechas por pruebas previas, el diagnóstico es siempre duro. En mi caso: hipoacusia neurosensorial bilateral severa postlocutiva. Que dicho así asusta y mucho. A partir de ese instante, surgieron infinitas dudas: ¿podrá llevar mi hijo una vida como otros niños? ¿a qué colegio tendrá que ir? No me puedo imaginar lo que es para un padre que te digan que tu hijo tiene ciertas limitaciones en su día a día.
Vuestra primera gran decisión fue dejaros guiar por profesionales de diferentes ámbitos para saber cuál sería la mejor solución para mí. Hay 3 momentos vitales que siempre me recordáis: el diagnóstico médico, la adaptación de los audífonos y la rehabilitación logopédica posterior.
Como decía anteriormente, lo primero fue asimilar el diagnóstico. Admiro vuestra entereza a la hora de aceptar que la pérdida auditiva estaría siempre conmigo y que la solución era la adaptación de audífonos. Gracias al buen trabajo de Paloma y Merche, audioprotesistas de Aural en Madrid Velázquez, volví a escuchar de nuevo. Otro punto de inflexión, fue cuando en la primera clase de logopedia os dijeron que oía palabras, pero no relacionaba el significante con el significado. Lo que se traducía en que en el colegio tendría grandes dificultades para seguir el ritmo de los compañeros. El esfuerzo de todos y de manera interdisciplinar fue clave (profesores, audioprotesistas, familia…) Gracias, de corazón.
Siempre me dijisteis que por usar audífonos no tendría menos capacidad que cualquier compañero o amigo. Me animasteis a hacer actividades, deportes o talleres. En casa disponíamos de una palabra mágica para superar cualquier barrera relacionada con la audición: adaptabilidad. “Tratar de adaptarnos a cada situación que se presentase”.
Y eso es lo que hice. Cuando tenía 15 años descubrí que existía el ciclo de audiología protésica. No dejaba de sorprenderme ese mundo. Me motivaba ayudar a otras personas y familias que estuviesen en nuestra situación. Siempre me apoyasteis y decidí convertirme en un profesional de la audición. Se me abrieron las puertas a un mundo maravilloso donde cada día hay algo nuevo que aprender para poder mejorar la calidad de vida de los pacientes.
Una vez acabé de estudiar, tuve la gran suerte de empezar a trabajar en Aural. Pude cumplir un sueño, en el cual siempre fuisteis partícipes y poderosos pilares. Con palabras y con hechos, me habéis demostrado que la discapacidad solo está en la mente. Y que quien se esfuerce y luche por conseguir sus metas, las alcanzará.
Por todo ello, quiero agradeceros de todo corazón y eternamente la dedicación y el apoyo incondicional en cada paso de mi camino. Y también quiero decirles a los padres que se enfrentan al diagnóstico de sordera de su hijo, que busquen buenos profesionales en quienes confiar y que recuerden que la discapacidad solo está en la mente, quien se esfuerza y lucha por conseguir sus metas, las alcanzará.